Nos lo podremos tomar mejor o peor pero nadie se libra de los cambios físicos en el cuerpo debidos a la edad. Los cambios en la figura física suceden de forma natural conforme pasan los años. Algunos de estos cambios se pueden evitar, otros no, pero con unos hábitos de vida saludables podemos contribuir en gran medida en frenar o ralentizar este proceso. Lo que está claro es que si permanecemos pasivos, si llevamos una mala alimentación y el sedentarismo se ha apoderado de nuestra rutina diaria, este proceso natural se acelerará.
¿Qué sucede a partir de los 30?
El cuerpo humano está compuesto principalmente de agua, grasa, músculos, órganos y huesos. Es a partir de los 30 años cuando empezamos a perder tejido magro (músculos y órganos), lo que conocemos como atrofia.
Los músculos y órganos vitales como el hígado y los riñones, entre otros, empiezan a perder algunas de sus células. Los huesos empiezan a desmineralizarse, perdiendo densidad. Cuando esta pérdida de densidad está avanzada, es lo que conocemos como osteoporosis. Por otro lado, también nos encontramos que la pérdida de tejido reduce los niveles de hidratación en nuestro organismo.
Pero a partir de los 30, no todo es perder, sino que también ganamos otras cosas como la cantidad de grasa corporal que aumenta de manera constante a partir de esta edad. El tejido graso se va acumulando en el cuerpo, incluso alrededor de los órganos que sería lo que conocemos como grasa visceral. Se estima que las personas mayores pueden tener casi un tercio más de grasa, comparándola con la que tenían en su juventud. Por el contrario, la grasa que se encuentra debajo de la piel se va perdiendo dando lugar a esos problemas de envejecimiento de la piel, flacidez y elasticidad.
¿Por qué con la edad bajamos de estatura?
La pérdida de estatura se debe a los cambios producidos por el envejecimiento de los huesos, músculos y articulaciones. Esto es algo que afecta a todas las razas y a ambos sexos. Se estima, que a partir de los 40 años, perdemos casi un centímetro cada 10 años. Esta pérdida de estatura se acentúa más a partir de los 70 años pero por suerte, podemos frenar esta pérdida con una dieta saludable, manteniéndonos físicamente activos y tomando medidas para prevenir y/o tratar la pérdida de densidad ósea.
Cuando perdemos musculatura, sobre todo en piernas y articulaciones rígidas, nuestro movimiento es más díficil. Si a esto se le añade el exceso de grasa corporal y otros cambios que se pueden producir en el cuerpo, el equilibrio también se puede ver afectado.
¿Por qué engordamos con la edad?
Como os comentábamos, a partir de los 30 años, la cantidad de grasa corporal aumenta. Estos cambios de peso afectan tanto a hombres como a mujeres, aunque seguramente seamos las mujeres quiénes más sufran por ello.
En el caso de los hombres este aumento de peso se produce hasta los 55 años aproximadamente y luego van bajando de peso con el paso de los siguientes años. Esto se relaciona principalmente con la disminución natural de la testosterona.
Cuando se trata de las mujeres, no tenemos tanta suerte. Las mujeres suelen aumentar de peso hasta los 65 años y es a partir de esta edad que empiezan nuevamente a bajar de peso. Esta pérdida de peso en la edad adulta se produce porque la grasa reemplaza al tejido muscular magro, y la grasa pesa menos que el músculo.
¿Cómo evitar los cambios físicos causados por la edad?
De la vejez nadie se escapa pero siempre podemos tomar medidas para que este proceso se produzca mucho más lento aportándonos un mejor estado de salud y bienestar. Lo que debemos tener siempre claro es que nuestro estilo de vida afecta al proceso de envejecimiento, ya sea para bien o para mal.
Algunas de las cosas que podemos hacer para evitar estos cambios son:
Llevar una dieta saludable rica en frutas, verduras, granos enteros y con la cantidad correcta de grasas saludables.
Practicar ejercicio con regularidad.
Reducir el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.