¿Qué tipo de
proteína estimulará mejor la síntesis de musculatura, la vegetal o bien la que
proviene de productos lácteos o animales?
Gracias a estudios controlados y específicos realizados
en laboratorio y realizados con voluntarios altamente entrenados se comprueba
la respuesta a la ingesta de proteínas de diferentes fuentes.
Habitualmente
las proteínas de fuente animal son consideradas mejores para la reconstrucción
muscular que las vegetales.
Coincidiendo
con esto, los resultados de pruebas de laboratorio nos informan de una mayor
respuesta de reconstrucción muscular en atletas después de una ingesta de
proteínas de origen animal o lácteo que frente a una ingesta de proteína de
soja.
Es más, en
pruebas hechas en adultos sanos de mediana edad se revelaba que la
reconstrucción muscular en reposo era mayor después de ingerir un filete de
buey que comparándolo con la ingesta de proteína de soja de elevada calidad.
En otras
pruebas hechas en adultos sanos de avanzada edad, se comprobaba que después de
la ingesta de proteína cuyo origen era la caseína la reconstrucción muscular
era mayor que después de la ingesta de proteína proveniente de cereales, trigo…
Las
diferentes fuentes de proteínas se caracterizan por su digestibilidad y por su
aminograma.
Las proteínas
cuya fuente son carne, lácteos, y huevos tienen mejor digestibilidad que
aquellas que provienen de soja, arroz, trigo o patatas. Es decir que más
cantidad de aminoácidos estarán disponibles para sintetizar nueva proteína
muscular cuando se ingieren fuentes animales que vegetales.
Recordemos
también la importancia de los aminoácidos esenciales(los aminoácidos aportados
por la dieta) a la hora de la síntesis de proteína muscular.
Las proteínas
de origen animal son la fuente más importante de aminoácidos esenciales,
mientras que las proteínas de origen vegetal son deficitarias en algunos de
éstos, como por ejemplo la lisina o la metionina.
También
debemos resaltar que existen fuentes vegetales como el maíz con alto aporte de
leucina o la quínoa rica en lisina y
metionina pudiéndose ser cualificadas como proteínas de alta calidad.
Después de
todo esto no podemos descartar ni desprestigiar ninguna de las dos fuentes
proteínicas.