No nos vamos a engañar, a todas nos da una terrible pereza maquillarnos cada día antes de salir de casa, y está claro que muchos de esos días lo hacemos porque no nos atrevemos a salir sin algo que tape esas horribles ojeras, bolsas y demás horribles muestras de cansancio.
Os doy algún consejo para poder hacerlo sin perder la “dignidad”.
Obviamente ya habréis oído miles de veces que lo más importante y obligado es tener siempre el hábito de limpiar nuestra piel mañana y noche. ¿Cómo? Pues cada una que emplee el producto que prefiera.
Espuma limpiadora, leche desmaquillante o las populares aguas micelares. Pero no dejes de hacerlo mañana y noche.
Después de este paso, jamás olvidar el tónico. Aunque creáis que es un paso inútil, y que no tiene ningún efecto, no es así. Nuestra piel después del tónico quedará preparada para nuestro tratamiento, favoreciendo así la efectividad de éste.
Utilizaremos aquel sérum adecuado a nuestro tipo de piel. Los hay en forma de aceite, fluido o más cremoso.
Una vez nuestra piel ha absorbido el sérum utilizaremos una crema para así hidratar nuestra piel y protegerla contra las agresiones externas. Y ya que hemos cogido un buen camino no seáis perezosas y acabad con un protector solar.
Exfolia tu piel una o dos veces por semana, ayudarás a tenerla libre de células muertas y así poder absorber mejor todos tus tratamientos.
No olvides cuidar tus cejas y pestañas. No depiles en exceso tus cejas, unas bonitas y espesas cejas te darán una expresión más natural. Y un consejo aplica un poquito de aceite de ricino en tus pestañas y lucirás una auténtica mirada.
Espero que los resultado sean buenos.