El ojo rojo o enrojecimiento de los ojos, en la mayoría de las veces, se debe a la presencia de vasos sanguíneos hinchados y dilatados, lo que provoca que la superficie ocular se vea roja o con sangre.
Existen muchos factores que pueden provocar un aumento de la evaporación de la película lagrimal del ojo, al mismo tiempo que disminuye la secreción de nuevas lágrimas.
Esta situación altera la composición de las lágrimas, lo que provoca un desequilibrio que se conoce como hiperosmolaridad, en el que las células de la superficie ocular resultan dañadas y se produce una inflamación y los vasos sanguíneos se dilatan provocando en consecuencia lo que conocemos como ojo rojo, caracterizado por irritación, picor y dolor.
Causas del enrojecimiento de los ojos
Hay muchas causas posibles que provoquen el enrojecimiento de los ojos. Cuando los ojos se enrojecen lo primero que debemos averiguar es la causa.
El enrojecimiento de los ojos puede deberse al cansancio, a la tensión ocular u otras causas como los factores externos como el viento, el cloro de las piscinas, el sol intenso, aires condicionados, calefacciones…
Entre todas las posibles causas, las más frecuentes son:
- Causas externas: cloro de piscinas, polvo, viento, humo, frío, falta de sueño…
- Conjuntivitis alérgica: debida a la alergia al polen, a los ácaros o al pelo de los animales.
- Conjuntivitis infecciosas: producidas por virus o bacterias.
- Blefaritis: un mal funcionamiento de las glándulas del margen de los párpados.
- Sequedad ocular: provocada por una mayor evaporacón de la secreción lacrimal que causan calefacciones, aires acondicionados, pantallas de ordenador, tv, estudio o lecturas prolongadas.
- Algunos medicamentos: algunos fármacos utilizados de forma continuada pueden causar el enrojecimiento de los ojos.
- Lentes de contacto: un uso excesivo de lentes de contacto o la falta de cuidados adecuados puede ocasionar una acumulación de depósitos y microbios que irritan la superficie del ojo.
Cómo aliviar la irritación y el picor del ojo rojo
La manera más natural de restaurar el equilibrio de la película lagrimas es reduciendo la osmolaridad elevada. Para ello podemos recurrir a las lágrimas artificiales que aportan un extra de hidratación y lubricación a la película lagrimal disminuyendo la irritación ocular.
Por otro lado, también los vasoconstrictores oculares que se vienen utilizando desde hace mucho tiempo para tratar el ojo rojo, pero para su uso es necesario conocer bien sus características ya que este tipo de medicamentos tienen un efecto vasoconstrictor y actuando reduciendo la dilatación de los vasos sanguíneos de la superficie del ojo.
El problema de los vasoconstrictores oculares es que el ojo se acaba acostumbrando por lo que tras abandonar el tratamiento puede surgir un efecto rebote en el que el ojo se vuelve a dilatar, se irrita y se enrojece de nuevo, por ello su uso se aconseja puntualmente.
Por ello, lo más aconsejable es utilizar lágrimas artificiales sin colorantes que son más eficaces para aliviar rápidamente la irritación y el picor y que además, hidratan y lubrican la superficie ocular sin tener que recurrir a colirios vasoconstrictores.
¿Qué hacer si tengo el ojo rojo?
Cuando aparece enrojecimiento de los ojos lo primero que hay que hacer es averiguar la causa. Cuando se debe a fatiga o tensión ocular, la primera medida que debemos tomar es descansar la vista.
Si la irritación se produce por factores externos (viento, sol, cloro…), es aconsejable proteger los ojos con gafas de sol o de piscina.
Los aires acondicionados y la calefacción también pueden resecar los ojos por lo que es aconsejable mantenerse a distancia de las salidas de aire.
Las lágrimas artifiales es lo mejor para atajar y controlar los síntomas de irritación ocular. Sim embargo, ante las siguientes situaciones conviene consultar al oftalmólogo:
- Cuando el enrojecimiento ocular se prolonga más de 2 días
- Si se produce dolor o cambios en la visión
- Sensación de cuerpo extraño en el ojo
- Mayor sensibilidad a la luz
- Secreción amarilla o verdosa en uno o ambos ojos
Y ante los siguientes síntomas la recomendación es de acudir a urgencias:
- Enrojecimiento después de una lesión penetrante
- Dolor de cabeza con visión borrosa o confusión
- Visión de halos alrededor de las luces
- Náuseas y vómitos