Consejos para prevenir la obesidad infantil

Consejos para prevenir la obesidad infantil

12/12/2017
Consejos para prevenir la obesidad infantil

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública que más nos amenazan en el siglo XXI.  Está asociada a un amplio abanico de complicaciones de salud graves y a un creciente riesgo de contraer enfermedades de forma prematura como la diabetes o enfermedades cardiovasculares.

La obesidad infantil

Se considera que la obesidad infantil es un proceso metabólico en el que se produce una acumulación de grasa excesiva.

Se considera que un niño es obeso cuando su IMC (Índice de Masa Corporal), está por encima del percentil 97 en relación a su edad y sexo.  

En la actualidad, un 28.3%  de niños entre 3 y 12 años están por encima de su peso de una forma peligrosa, y se espera que el 80% de estos niños, convivan con la obesidad de mayores.

Los datos publicados por la OMS son alarmantes. Entre 1990 y 2016 la obesidad infantil aumentó en 32 millones  y se espera que para el 2025 esta cifra alcance los 70 millones.

Las principales causas de la obesidad infantil es la abundancia de alimentos con un alto contenido energético que comen los niños y el sedentarismo, factores que contribuyen a que cada vez hayan más niños y adolescentes con problemas de hipertensión.

 

Consecuencias de la obesidad infantil
Consecuencias de la obesidad infantil

 

Consejos para evitar la obesidad infantil

Por suerte, la obesidad infantil es en gran medida prevenible.  Para evitarla, las recomendaciones se basan en:

 

Alimentación saludable

La base de nuestra salud reside en una alimentación saludable basada en una dieta variada pero rica en fruta y alimentos vegetales. Para conseguir el plato ideal, debemos tener en cuenta de que cada grupo de nutrientes debe aportar 1/3 de las calorías totales, por lo que cada plato debe contener:

  • 1/2 de frutas y verduras
  • Otrp 1/4 de lebgumres, arroz, cereales, pasta o pan.
  • 1/4 de carnes, pescados, lácteos y aceite de oliva.

 

el plato ideal

 

 

Seguir un horario de comidas regular y evitar el picoteo

Manteniendo unos horarios de comida habituamos a nuestro organismo a demandar alimentos a esas horas del día y es un hábito que ayuda a evitar picar entre horas. El picoteo es un hábito que se debe alejar tanto como se pueda ya que satisface nuestro apetito de forma momentánea, aumentando la sensación de hambre.

 

No saltarse ninguna comida principal

Hay que hacer que nuestros hijos coman de forma regular y para ello no deben saltarse ninguna de las comidas principales, ni los tentempiés de media mañana y media tarde.  De esta manera se evita el ansia por comer y llegar a la siguiente comida con más hambre, lo que provocaría que el niño ingeriera más calorías de las necesarias.

 

Evitar comer mientras se mira la televisión

Sonará raro pero existen evidencias científicas de que comer delante de la tele favore la ingesta de alimentos poco saludables e incrementa la cantidad de alimentos ingeridos. Además crea una relación comer-televisión inconsciente que hace que mientras miramos la pantalla, tengamos la necesidad de ir picoteando.

 

Dormir las horas necesarias

Los niños que duermen menos de 5 horas, tienen el doble de riesgo de ser obesos en la edad adulta. Esto se debe a que la falta de un sueño reparador incide directamente en el funcionamiento de las hormonas responsables de la ingesta de alimentos afectando en la producción de la hormona que controla la sensación de saciedad y en la responsable de la inhibición del apetito.

 

Practicar ejercicio

Hay que alejarse del sedentarismo y practicar ejercicio moderado, acorde a la edad del niño y a su caracter deportivo.  Hacer ejercicio atenúa el apetito  ayudando a controlarlo y a evitar la obesidad infantil.

 


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